WeTECH se expande a todo el país: ¡Llega su franquicia de impresoras 3D!

Con un modelo escalable e innovador, la marca mendocina apuesta a la expansión nacional, con el apoyo estratégico de la consultora Canudas.

Una impresora, una idea y el material adecuado son suficientes para transformar un diseño digital en un objeto físico. Gracias a la tecnología de impresión 3D FDM, hoy se pueden fabricar figuras robóticas, prótesis óseas e implantes, prótesis para mascotas, muebles modulares, calzado personalizado, gafas y mucho más. 

En ese universo de aplicaciones opera WeTECH, una empresa dedicada a la venta de impresoras 3D, filamentos técnicos, repuestos y servicio técnico especializado. Actualmente, la firma inicia su proceso de expansión a través del modelo de franquicias.

“Es importante aclarar que no realizamos impresiones para terceros. Nos enfocamos exclusivamente a la venta de impresoras, insumos, repuestos y a brindar soporte técnico”, explica Federico Polizzi, socio gerente de Hello SRL, junto a su socia, Carmen García.

“Con una impresora 3D de tecnología FDM es posible fabricar objetos funcionales en pocas horas. Este tipo de equipos permite materializar ideas en diseños concretos y piezas útiles, en diferentes escalas, materiales y niveles de complejidad. El límite está en la capacidad de diseño y en la disponibilidad del insumo adecuado”, agrega. 

Para esta empresa, la innovación forma parte del trabajo diario. Desde los inicios, cuando hablar de impresoras 3D generaba confusión con fotocopiadoras, hasta hoy, donde la tecnología está presente en industrias como el cine, la automotriz y la aeroespacial. La impresión 3D también se proyecta para la construcción de viviendas fuera del planeta. En ese contexto, la firma busca acercar esta herramienta a más personas y participar del avance tecnológico. El objetivo es facilitar el acceso y acompañar a quienes desarrollan ideas con esta tecnología.

El modelo de negocio incluye espacios abiertos con productos a la vista, filamentos de distintas marcas, variedad de colores y equipos disponibles para interactuar. La atención se basa en el asesoramiento directo, demostraciones y cursos individuales con cada compra. “Además, nuestro servicio de posventa es excelente. En dos semanas, los clientes ya están imprimiendo como si lo hicieran de toda la vida. Le bajamos la dificultad al mínimo. Todos pueden imprimir. Eso también es innovación”, aclara Polizzi.

“Quisiera que hubiera algo como WeTECH en mi provincia”

El paso hacia la franquicia surgió de la demanda directa de usuarios de otras provincias. La falta de oferta especializada fuera de los grandes centros urbanos generó oportunidades claras para replicar el modelo. De esta manera, la empresa diseñó un sistema accesible, con inversión inicial moderada-baja y un período estimado de recupero entre 12 y 18 meses, acompañado de soporte logístico, comercial y tecnológico desde la casa central.

Respecto al perfil de franquiciado,  no es necesario tener formación técnica, pero sí actitud proactiva y entusiasmo por la tecnología. La empresa ofrece un modelo de negocio llave en mano, donde el franquiciado se enfoca en vender, asesorar y reponer, mientras la central se ocupa de la logística, proveedores y operaciones. 

“Gracias a nuestra estructura, el franquiciado accede a precios mayoristas y volumen por escala sin tener que mover toneladas. Nuestro objetivo es que cada franquiciado pueda comenzar rápido, bien equipado y con el respaldo necesario para crecer”, afirma Polizzi.

Los franquiciados reciben formación inicial, asistencia técnica continua, herramientas de diagnóstico, materiales para redes sociales, manuales de operación, sistema de tickets con IA y software propio para ventas y atención al cliente. Todo el proceso está estandarizado para garantizar la homogeneidad operativa y técnica en todos los puntos de venta.

En términos de innovación, WeTECH trabaja en nuevas funciones como stock en tiempo real, pedidos automatizados y ampliación de su oferta tecnológica. Además, incorpora criterios de sustentabilidad en su cadena de productos, promoviendo el uso de materiales reciclables y biodegradables.

La expansión se inicia con foco en regiones con potencial de desarrollo tecnológico aún latente y poco explotado, como San Juan, San Luis, Neuquén y La Rioja, además de continuar el crecimiento en Mendoza. 

“Antes de tomar una decisión, pedí varios presupuestos e incluso viajé a Buenos Aires para reunirme con distintas consultoras. Pero con Carlos Canudas fue distinto: me lo hizo fácil desde el primer momento. Entendieron rápido lo que somos como marca y lo tradujeron en un modelo de negocio concreto, escalable y profesional. Hoy siento que profesionalizamos la marca. Nos acompañaron de cerca en cada paso y se sienten parte del equipo. Con Canudas, el camino se volvió mucho más claro y posible”, concluye el emprendedor.

por Karina Longo