Oportunidades en tiempos desafiantes: por qué invertir en franquicias en contextos de crisis
En momentos de inflación o incertidumbre económica, resulta llamativo ver cómo muchas franquicias logran sostener —e incluso mejorar— su desempeño.
Desde Canudas, Profesionales en Franquicias, venimos observando esta tendencia: en los últimos tiempos se ha incrementado tanto la demanda de franquicias como la cantidad de marcas interesadas en sumarse al sistema.

¿A qué se debe este fenómeno? Hay varios factores que lo explican:
1. Búsqueda de estabilidad y nuevas oportunidades
Durante las crisis, muchas personas buscan alternativas que les permitan resguardar sus ingresos o reinventarse laboralmente. El modelo de franquicia se presenta como una opción atractiva, al ofrecer un negocio probado, con menor margen de error y acompañamiento constante. Además, la competencia por atraer nuevos franquiciados impulsa a muchas marcas a ofrecer condiciones especiales o financiamiento para facilitar el ingreso.
2. Respaldo y acompañamiento constante
Sumarse a una franquicia significa contar con el soporte de una empresa madre que brinda herramientas de gestión, capacitación, marketing y asistencia técnica y comercial. En tiempos difíciles, ese respaldo marca la diferencia: el franquiciado no está solo, sino que forma parte de una red con experiencia y estructura.
3. Fuerza de marca y confianza del consumidor
Las marcas consolidadas generan confianza. En contextos de incertidumbre, esa confianza se traduce en consumo sostenido, ya que los clientes tienden a elegir opciones conocidas y seguras. Las franquicias, al operar bajo un nombre reconocido, tienen una ventaja competitiva frente a los negocios independientes.
4. Capacidad de adaptación y aprendizaje
Las crisis obligan a innovar, ajustar estrategias y ser más eficientes. Invertir en una franquicia en estos momentos permite aprender de un sistema con experiencia, entender cómo adaptarse y capitalizar esa experiencia cuando llegue la recuperación económica.
5. Posicionamiento para el futuro
Emprender en tiempos difíciles también puede ser una decisión estratégica. Instalar una franquicia durante una crisis permite ganar posicionamiento, construir una base de clientes y estar listo cuando el mercado vuelva a crecer. Quienes se anticipan, suelen liderar cuando la economía se estabiliza.
Por supuesto, no todas las franquicias reaccionan igual ante un contexto adverso. Algunas industrias muestran mayor resiliencia que otras, y el éxito depende de múltiples factores: modelo de negocio, ubicación, gestión y fortaleza de la marca. Pero en líneas generales, las franquicias demuestran ser más sólidas y predecibles que los negocios independientes.
Invertir en una franquicia durante una crisis no solo puede ser una forma de resguardar capital, sino también una oportunidad de crecimiento y aprendizaje que prepara a los emprendedores para escenarios más favorables.
Por Carlos Canudas