Don Armando apuesta al crecimiento: renovación de marca y un modelo de franquicia sin regalías para emprendedores
Con una inversión desde U$S 28.000, la histórica panadería se reinventa y lanza un sistema de franquicias accesible, sin regalías ni canon publicitario, orientado a emprendedores con recursos limitados, pero visión de futuro.

En un contexto económico desafiante para el comercio minorista, la tradicional panadería Don Armando toma una decisión poco común: crecer. Con más de tres décadas de historia, la marca familiar se renueva estética y estratégicamente, apostando por un nuevo modelo de franquicia que elimina las barreras de entrada para quienes desean emprender con respaldo.
Con una inversión inicial desde U$S 28.000, el nuevo formato no contempla regalías ni canon publicitario y ofrece asistencia integral desde el primer día, incluyendo stock inicial, capacitación gratuita y soporte operativo y comercial. Esta propuesta, disruptiva para el sector, ya está dando resultados: solo este año, Don Armando inauguró siete nuevos puntos de venta en zonas estratégicas del Área Metropolitana de Buenos Aires, y proyecta su expansión a nivel nacional e internacional en los próximos cinco años.
“El cambio de imagen no fue solo estético, sino también estratégico. Modernizamos procesos, mejoramos la experiencia de compra y apuntamos a una expansión sostenible”, explica Matías Ciccale, CEO de la marca e hijo del fundador.

La transformación de Don Armando abarca desde su identidad visual hasta el diseño de sus locales. El rediseño del emblemático local de Microcentro, ubicado sobre la calle Uruguay, incorpora una isla central de productos que mejora la circulación, facilita la elección del cliente y refuerza el concepto de autoservicio dentro de una panadería tradicional.
Esta nueva disposición responde a una lógica estética y busca optimizar la operación diaria. “La idea es facilitarle la experiencia al cliente y permitirle visualizar la variedad de productos con mayor claridad”, explica Ciccale.
Un modelo llave en mano
La propuesta de franquicias de Don Armando se presenta como un modelo “llave en mano” especialmente diseñado para emprendedores con recursos limitados. Con una inversión inicial desde U$S 28.000, el formato elimina costos recurrentes al no requerir regalías ni canon publicitario, e incluye stock inicial, capacitación sin cargo, asistencia técnica, acuerdos con proveedores estratégicos y un acompañamiento operativo y comercial permanente para asegurar el buen desempeño del negocio desde el primer día.
Según la marca, el negocio tiene una facturación promedio anual de U$S 110.000, con una recuperación estimada de la inversión entre 12 y 18 meses, dependiendo del rendimiento y la ubicación.
La estrategia cuenta con el asesoramiento del experto en franquicias Leandro Palma y el trabajo conjunto de la consultora Canudas, especializada en expansión comercial.
“Queremos que nuestros franquiciados sientan el respaldo de fábrica en cada decisión. Por eso nos involucramos desde la capacitación inicial hasta la operación diaria”, destaca Ciccale.

Crecimiento estratégico
Durante el último año, Don Armando abrió nuevos locales en Abasto, Berazategui, Tribunales, San Martín, Flores, Puente La Noria y Belgrano, priorizando zonas con alto flujo peatonal y vehicular, lo que permite captar tanto a clientes habituales como ocasionales. Esta estrategia de expansión busca asegurar el rendimiento de cada franquicia y atraer perfiles emprendedores provenientes de otros sectores, interesados en un negocio de baja complejidad operativa y consumo diario asegurado.
“Aprendimos que la ubicación es clave. Hoy somos más exigentes al elegir locales, pero eso garantiza mayor rentabilidad y sostenibilidad”, afirma el CEO.
Mientras muchos negocios reducen su operación, Don Armando se mantiene en expansión, respaldado por una categoría, el pan y las facturas, que sigue siendo parte del consumo diario de la mayoría de los hogares argentinos. Con una identidad renovada, un modelo de negocio inclusivo y una estrategia de crecimiento bien definida, la marca demuestra que tradición y modernización son conceptos complementarios.
Don Armando busca franquiciados que compartan su visión: emprendedores que valoren la cercanía con el cliente, la calidad artesanal y el respaldo de una marca que supo adaptarse a los nuevos tiempos sin perder su ADN.
por Karina Longo
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